martes, 4 de marzo de 2008

Sobre la educación y la violencia

Conforme al diccionario de la RAE, educar es dirigir, encaminar, doctrinar”. Al parecer la palabra proviene del latín educare (formar, instruir), o educere (guiar, conducir). Conforme a la wikipedia, la educación es “la influencia ordenada y voluntaria ejercida sobre una persona para formarle o desarrollarle”. .

En todos los casos, los componentes son los mismos: un sujeto “A” influye de manera determinante y usualmente irreversible mediante su acción en un sujeto “B”. Tal sujeto “B” es un niño recién nacido, inocente, receptivo, juguetón, y tal sujeto “A”, en cambio, es en la generalidad de los casos alguien no inocente, conocedor del mal, una persona que o bien siente ira hacia otros, o que piensa excesivamente en sí misma, o que es muy temerosa de los demás, o incapaz de levantarse por las mañanas a causa de una depresión, o histérica, o vanidosa, o en constante tensión por los requerimientos de la moral, o adicta al tabaco o al alcohol…

Conforme va siendo educado por estas personas, el niño crece y un día pierde la inocencia. ¿Nadie ve la relación?. ¿A nadie se le ocurre que aquello a lo que llamamos madurar consista fundamentalmente en la pérdida de nuestra humanidad por la influencia de aquéllos que ya la han perdido antes?.

En algunas ocasiones, podemos hallar ejemplos de una educación inocente y objetiva.

Así pues, ¿en qué consisten las virtudes de la educación? Parece que al menos la enseñanza organizada tiene como fin integrar al recién nacido en una realidad moral preexistente, sea cual sea. Si no cumple dicha función, el estudiante se vuelve un marginado en su sociedad, como los cristianos en Roma, los luteranos en Alemania, los indios en México y los fachas en Lavapies... En ese sentido, la educación busca unidad, cohesión social.

Sin embargo, no existe una única realidad moral, sino muchas, y éstas se hallan en tensión. Así, alguien que participa de una visión cultural determinada no puede transmitir otra cosa que eso mismo, y toda creencia determinada, como segmento seccionado de la totalidad, excluye al resto de creencias y por lo tanto genera fricción, violencia.

Dicha violencia podrá ser efectiva (la del fuerte) o pasiva (el resentimiento del débil). Ambas formas consisten en la misma sensación de aislamiento que el ser humano experimenta en su interior y que le lleva a tratar de imponer los contenidos subjetivos de su conciencia sobre los demás para no sentirse solo, por medio de lo que se halle a su disposición: de las armas y las leyes, de la imprenta y el cine o de la mera voz. Ambas formas de violencia proceden del mismo objeto, llamado dominación.

Opino, por tanto, que el problema se halla en la enseñanza misma como institución, que es el pilar fundamental del principio de dominación como imposición de un contenido dual de la conciencia en un ser que nace como una unidad. Cualquier educación está fundamentada por los contenidos de la conciencia del educador, que inevitablemente son duales y, por tanto, seccionan la realidad generando pares de opuestos que el sujeto educado percibirá en términos absolutos, pasando inevitablemente a defender los suyos y a rechazar los ajenos.

La enseñanza (supuestamente objetiva) de una opinión y de su opuesta no soluciona el problema, puesto que el problema se haya en la existencia de la dualidad. El alumno elegirá una de las dos visiones e inmediatamente se posicionará en contra de la otra. La enseñanza de dos o más visiones opuestas genera, por lo tanto, la misma violencia que la enseñanza de una sola.

¿Puede la gran nación humana disolver los defectos internos de su moral renunciando en bloque a educar a sus hijos o necesita educarlos a todos de la misma forma? ¿Infinito o cero absoluto?

La dominación, como fenómeno social, solo se extingue, bien cuando no hay nada que dominar (porque todo es "dominante"), bien cuando no hay nada dominante. Siendo que la educación "es dominación en sí misma", tan sólo cabe utilizarla para liberarse de la dominación si todo ser recibe exactamente la misma. Tenemos un dicho occidental-castellano que define esta problemática en avanzados términos dialécticos: "o follamos todos, o la puta al río". Así, cuando el objeto se vuelve tan grande que lo abarca todo y a todos, deja de ser un objeto y desaparece de la vista. Por esta razón, los contenidos morales en los cuales existe un amplio consenso en una sociedad, ni siquiera suelen ser experimentados como tales (no matar...), y las sociedades homogéneas se mueven en un clima de totalitarismo moral encubierto por la sensación de hallarse en la única verdad posible. No es casual, por tanto, que la entrada de la inmigración pluricultural en occidente coincida con la entrada del relativismo moral como doctrina filosófica.

Este es un ejemplo de inmigración maleducada con una integración exitosa.

Pero dado que tanto la eliminación de la educación como una educación uniforme son ideales matemáticamente improbables en dinámicas sociales de miles de millones de seres pensantes y educantes, la única manera efectiva de librarse de la dominación y, por tanto, de la violencia, es interna: tan sólo cabe "deseducarse" siguiendo el más sabio dicho oriental "todo bajo el cielo", de tal forma que el par de opuestos "dominante"-"dominado" deje de tener sentido y se convierta en una unidad. Sobre dicha deseducación llamó la atención Krishnamurti a lo largo del pasado siglo.

La unidad de la realidad no puede, empero, transmitirse mediante el lenguaje, que es un instrumento muy rudimentario basado en opuestos dualistas. Ni siquiera la palabra unidad deja de ser dual lingüísticamente, pues se opone a "nulidad", "dualidad", "trialidad", etc...

No se puede, por lo tanto, “deseducar a otro” por medio de una educación basada en el lenguaje, y cualquier forma de educación mediante la acción, subjetiva por supuesto, requiere del conocimiento completo del educador de aquello que está transmitiendo, es decir, requiere de personas que ya se hayan “deseducado” antes y que sean capaces de guiar al alumno a través de las penosas influencias del mundo incentivando su propia “deseducación”, que por supuesto no se limita a un tímido “cuestionamiento racional de las cosas”, sino que ha de extenderse a un cuestionamiento de las propias emociones y preferencias y de la percepción ordinaria de todo cuanto nos rodea.

Carentes de una educación emocional y física adecuada y con la mente repleta de ideas dualistas y verdades segmentadas, nuestras sociedades se pueblan de seres incompletos, completamente inmaduros física y emocionalmente y con una desproporcionada y sobrevalorada razón destructiva. El resultado es patente: enfermedad, sufrimiento emocional y violencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que eskribes tambien tiene una influencia fuertemente social y mas aun nace de tu inkonsciente por tu desvalorizacion social komo individuo...mas aun postulas ke todo lo ke eskribiste..desde los konceptos sociales...tu forma de hacerlo..inkluso el idioma lo inventaste tu???
el ser humano necesita de su kultura porke es un ser intrinsikament social...y yo kreo ke lo ke sientes es ke esta kultura no te representa...y solo ke estas en desakuerdo kon la edukacion ke te entrega ...la ke se te entrego o a la ke tu podias acceder...pero no puedes decir ke toda educacion es violencia...pk ovbiamente la kultura se transmite por influencia y por medio de una subjetividad..ke es inevitable...ya ke inkluso nuestras estructura mental cognitivas y sensoriales dependen de una historia de interacciones ke tienen ke ver kon nuestra filogenia y ontogenia...las ke definen nuestra actividad neuronal determinada....asi no se puede generalizar ke toda educacion es un simbolo de violencia... de igual forma te akonsejo ke revises distintos tipos de metodologia ke existen alrededor dl mundo...inkluso es refacil visitar eskuelas..o intituciones...para ke puedas ver komo se desarrolla la educacion dentro de un aula infantil...por ejemplo los jardines infantiles montessori..los kuales...tienen un nivel metodologiko libre de violencia ..e imposicion..ni represion...tu experiencia en la eskuela regular te kondiciona a kreer ke lo ke tu viviste es general y para todos...
por favor basa tu opinion no solo en tu experiencia ni en lo ke konoces...y menos aun si hablas de educacion ..kuando pones en juego inkluso le ke tu dices..ya ke te kontradices..porke refirmas ke inkluso lo ke tu dices es una influencia y es premeditado por tu educacion entregada ya ke gracias a ella eskribiste y eskribes lo ke eskribs...salvatesipuedes@yahoo.es...

omegófilo dijo...

Hola anónimo. Nunca he estado en una escuela regular. Precisamente fui educado en un colegio Montessori y he accedido toda la vida a lo que suele considerarse comunmente como una educación privilegiada (los mejores institutos públicos e internacionales, las mejores universidades...). Lo que digo es, más bien, producto de una posterior "deseducación", especialmente influenciada por las ideas de Jiddu Krishnamurti, que desde luego no proceden de una educación organizada.
Krishnamurti no dice que la educación organizada sea un símbolo de violencia, dice que "es" violencia.
El concepto de violencia del que habla, que es "dominación" es la imposición de un contenido moral determinado, lo cual puede ejercerse con palabras suaves, burritos de peluche, caramelos y autobuses escolares pintados de colores, como me ocurría a mi en Montessori. El niño se ve "encarrilado" a un determinado pensar que excluye los demás. Eso destruye su creatividad y su paz interior. Desde luego, todas estas palabras entendidas en su sentido más profundo, no en el valor superficial que se les asigna socialmente. Por supuesto, en una horda de personas no creativas, el que suelta un chiste gracioso es tachado de creativo inmediatamente. Igualmente, en una horda de personas violentas, el primero que usa palabras suaves es tachado de no violento. Pero todo eso es quedarse en el nivel superficial.
La propuesta que aquí se trata de perfilar es por un ser humano distinto, para lo cual debe haber al menos una distinta valorización de los condicionamientos que lo generan.
Así, cualquier intento de modificar los males de la educación por medio de educación aspira a ser reformista y, en consecuencia, a no cambiar la esencia de dichos males. La reforma consiste en dar una nueva forma a lo ya existente (re-forma), mientras que la revolución aspira a superarlo.
Por ejemplo, escribir todas las "c" como "k" es una reforma del lenguaje escrito, no una revolución.
Mientras se parta del paradigma de que la educación organizada basta para completar al ser humano (paradigma del que parten todas las fuerzas sociales relevantes desde el Siglo de las Luces), no habrá revolución alguna.

Fata Morgana dijo...

Me gusta lo que dices sobre el Siglo de las Luces (al final). Esto me trae el recuerdo, una vez más, del determinismo en el que estamos inmersos, y de quienes pretenden cambiar el mundo haciendo uso de una herramienta hoy por hoy insuficiente (hablo del paradigma neopositivista), lo cual implicaría, como bien dices, una reforma y no una revolución. Al fin y al cabo, Krishamurti viene a representar algo así como un nexo entre dos cosmovisiones: la occidental y la oriental, que más tarde y por esos vericuetos que tiene la evolución, Stan Grof daría en llamar "paradigma emergente". No sé si me explico, pero tú hablas en esos términos, y por lo que he podido ver en el blog tienes una visión integradora que comparto.
Yo no fui educada, lamentablemente, en Montessori, pero años después tuve la suerte de formarme en latinoamérica como maestra en la educación constructivista, y creo que los resultados respecto de la conductista están claros: como decía C. Rogers, el maestro no es un conductor sino un "facilitador". Si todos los maestros tomaran plena conciencia de lo que esto significa, quizá no sería necesario "desaprender" lo impuesto, ya que no habiendo imposición sino libertad, el aprendizaje se hace natural y sano.

Muy buen blog, ya me he pasado una vez, te he enlazado y me seguiré pasando. Espero que tú también lo hagas. Invitado.
Un saludo.